Ha pasado un año y tengo la fortuna de disponer de un nuevo libro que mostrar.

 

El anterior, como sabéis, fue Sedimentos en un pantano. El recuerdo que dejasteis en mí aquel caluroso —en más de un sentido— día de Feria perdurará en el archivador de mi memoria.

Ahora le toca el turno a La noticia, una novela que llevo —y me lleva— dentro. Reconozco que el protocolo de la Feria del Libro me llega en un momento de “debilidad”. Afectuoso con el diccionario como suelo ser, me apropio de todas las acepciones de esta palabra:

  1. f. Falta de vigor o fuerza física. Nada extraño en mí, dados mis antecedentes y consecuentes. No me extenderé en consideraciones que ya conocéis.
  2. f. Carencia de energía o vigor en las cualidades o resoluciones del ánimo. Siempre me ocurre cuando me adentro en el proceso de revisión de galeradas.
  3. f. afecto2. Sentía por él una gran debilidad. Tanta, tanta…
  4. f. coloq. Sensación de hambre. Propiciada por el arroz que he comido hoy, que —como decía mi abuela— es muy “desmayón”.

Pero iré al grano, que no pretendo haceros llorar con mis digresiones. Para aquéllos que quieran y puedan acercarse a cambiar impresiones, cruzar un apretón de manos o recibir un beso cargado de emoción —esto último, más difícil por el diseño de los mostradores— ahí van los datos imprescindibles:

Día 10 de junio, sábado

De 19 a 21 horas

Caseta 120-124. Grupo Anaya