Cuando universalmente se entiende que el día 1 de cada año es el marco idóneo para hacer propósito de enmienda y conjurarse para ser mejores y más felices, nada mejor que acudir a una imagen que da que pensar.
Las informaciones de prensa que he podido recabar nos hablan de una anciana que empuja la silla de ruedas de su nieto hasta el colegio, sumando cada jornada 24 kilómetros de caminata a pie. Shi Yuying, que así se llama, tiene 76 años y transporta al chiquillo, de 9, que padece una parálisis cerebral.
Para esta mujer lo más importante es la educación de su nieto. Es dichosa cuidándolo y su único propósito es que pueda desarrollar sus capacidades en un adecuado proceso de aprendizaje. “Sabiendo que esto se cumple, yo ya lo tengo todo”, dice con una sonrisa.
Y, además, predica con el ejemplo, proporcionándole una enseñanza muy valiosa: la voluntad, la buena, es el motor que necesita el carro de la determinación.
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