Si os dijera que nunca disfruté tanto escribiendo más de cuatrocientos folios, ¿me creeríais? Por qué no, responderéis los avezados en matemáticas, si nunca habías escrito ese ingente número de renglones.

 

Nunca había escrito cuatrocientos folios, nunca había escrito de corrido y nunca había escrito una novela ambientada en un siglo anterior al de las dos equis de mi nacimiento.

La novela que atesora tanta novedad no es otra que la que provocó mi voluntario y voluntarioso retiro. Una obra que eleva a los prosaicos altares literarios la figura de Susana de Susón, judía sevillana, nacida en el lóbrego siglo XV y  muerta en el dorado —que no de oro— XVI, tras avatares y aventuras sin fin.

La hembra más hermosa, o La más hermosa hembra, o La judía más hermosa o como diantres se llame finalmente la novela, será publicada por Algaida Editores.

Alguna información más daré en próximas fechas, pero vaya por delante mi reconocimiento y gratitud hacia otro Fernando, García Santacruz, llama viva de este proyecto. Mi padre.