Cuando se cumple uno de esos aniversarios que nadie —ni el autor— recuerda, Xulio Formoso me regala otra joya para la posteridad.

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Quien sepa de Yo también fui Jack el Destripador podrá apreciar en su justa medida este incisivo y hermoso trabajo que tiene a Lewis Carroll y al verdadero sosias de Jack el Destripador por protagonistas.

 

 

Compartieron 56 semanas de intensa afinidad literaria. Ahora, gracias al maestro Xulio, quedan ligados para siempre. Y, como diría un personaje del mejor Berlanga, lo que él ha atado en la Tierra no lo separa ni Dios en el Cielo.