Cuando vemos fotografías del espacio siempre nos entra la duda sobre su veracidad. ¿Esas formas increíbles, de colores tan atractivos, son ciertas? Hoy en día es tan fácil inventar el Universo en un ordenador que la postura de un santo Tomás galáctico parece lógica. A las pruebas me remito.
No os dejéis engañar. Estas imágenes fueron proporcionadas por el Telescopio Espacial Spitzer, un observatorio espacial infrarrojo capaz de estudiar objetos de regiones distantes del Cosmos.
Spitzer nos proporciona pruebas incontestables de que nuestra corta imaginación es superada por la realidad en la mayoría de las ocasiones. Fijaos en esas instantáneas que ya no existen, contad los puntitos que hay en ellas y asomaos al espejo del ropero. ¿Qué hacemos, entonces? Yo, volver a escribir, que voy con retraso en el proyecto que me traigo entre manos.
Como introducción a las observaciones astronómicas, recomiendo el artículo
Las estrellas son para el verano
Firmado por JavierArmentia, astrofísico, divulgador científico y director del Planetario de Pamplona
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