La web de Raymond Cauchetier informa: la galería James Hyman de Londres exhibe fotografías de Raymond desde el pasado 17 de junio hasta hoy mismo, 14 de agosto.
Dicho así, en frío, Ramón Cachetitos (como solíamos llamarlo cuando íbamos a la Filmoteca Nacional y nos topábamos con uno de sus trabajos) os dejará como un témpano. Si aclaro que Ramón fue el responsable de la foto fija de casi todas las obras maestras de la nouvelle vague francesa empezaréis a entrar en calor. Si añado, tras un tachán, que las fotografías que conocéis (pobres de vosotros si no las conocéis) de Jean Seberg en Al final de la escapada (À bout de souffle) son suyas, arderéis en deseos de saber más de él.
Aquí lo tenéis, con la euforia de la juventud y la serenidad de la vejez. El que fuera Ramón Cachetitos es hoy don Raymond Cauchetier, un anciano de 95 años que se merece toda la atención de los nuevos aficionados a ese invento que llamamos cine.
Porque este fotógrafo forma parte, por derecho, de la historia del cine. No creo necesario poner palabras a las imágenes que ahora recojo en honor al hombre que, a su regreso de Indochina, rechazó el trabajo que le ofrecía la agencia Magnum para no abandonar su cámara Rolleiflex.
Claro que habíais visto alguna de estas instantáneas. La rubia de pelo corto en la película del «suflé», ésa en la que Belmondo se pasa el dedo pulgar por el labio. Acabaremos con una fotografía curiosa, del final de la cinta. Michel Poiccard, el figurante de cine admirador de Bogart, yace en el suelo. Es Ramón Cachetitos quien inmortaliza el momento.
Para más información sobre el tipo que no sale en la foto
Nota: A la película À bout de souffle (1960) habría que dedicarle más de una entrada. A Jean-Luc Godard, su director, un puñado de ellas. A la nouvelle vague, una web entera.
16 agosto, 2015 a las 5:12 pm
Curioso estilo has logrado en estos breves artículos, entre lo divulgativo y la opinión. Están muy bien, son amenos.