Para alguien que hizo de unas pinturas de Delvaux el tronco argumental de varios capítulos de una novela (Lo que sé de ti), no resulta difícil recomendar la visita a la exposición del Museo Thyssen-Bornemisza.
La han titulado «Paseo por el amor y la muerte» y se clausura el próximo 7 de junio.
Uno de mis cuadros favoritos de este surrealista de largo recorrido y extensa obra (1897-1994) es Musée Spitzner. Fascinante en grado superlativo. El folleto gratuito del museo reseña: «Sus Venus dormidas nacen de una experiencia personal que lo marcó profundamente: en 1932, en la Foire de Midi que se celebraba todos los años en Bruselas, contempló una atracción del llamado Musée Spitzner que consistía en una mujer desnuda, hecha de cera y dotada de respiración mecánica.
Ya puestos, os ofrezco algunas otras obras representativas de los impulsos de Paul Delvaux. Por desgracia, no todas ellas participan en la exposición presente.
La exposición ha sido organizada en colaboración con el Musée d’Ixelles de Bruselas y reúne 53 cuadros de este artista singular, en tantos sentidos.
Entre sus numerosas virtudes destaca, para mí, su afición a los ferrocarriles. Trenes y tranvías son parte esencial de algunas de sus mejores obras.
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