Sinopsis

La escritora Victoria Orozco muere en un accidente de automóvil, y dos amigos lloran su pérdida: Lucas intuye que no se trata de un suceso casual, sino de una trama para liquidar a un grupo de universitarios que quiso cambiar el mundo; Pepe se refugia en la memoria y en los viejos camaradas. Las muertes que se suceden dan y quitan razones a uno y otro, y la clave de todo parece hallarse en un manuscrito de Victoria.

Pero LA NOTICIA no es sólo una novela de intriga: es el desengaño de una generación que se estampó contra sus propios ideales. Como dice uno de los personajes, «los que terminamos la carrera en el 82 o el 83 vivimos una época de mayor convulsión que las pugnas por la democracia. En 1975 se sabía contra qué o contra quién luchar […] Pero ese periodo concluyó con Tejero y su asalto al Congreso. El quieto todo el mundo nos paralizó, nos convirtió en una generación perdida a la española».

En LA NOTICIA, el bien y el mal son las dos caras de una moneda que administramos toda la vida. Pero las monedas de los protagonistas no fueron acuñadas con el mismo patrón…

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Fragmento del libro

Es una noticia de sumario en la primera página del periódico.

Se ha mareado. Con tantas veces como se rió de esos personajes tragicómicos, tan frecuentes en los seriales y en las novelas de la Rusia dorada, que se desmayan al recibir una noticia funesta. Está sentado junto a un banco, a las puertas del parquecillo de la plaza de Roma, como suele hacer los sábados inmediatamente después del desayuno. Los asiduos lo reconocen al acercarse. Su coraza de ropa llama la atención incluso en los días más destemplados. Las recias solapas del abrigo, tapando las orejas, la bufanda de cuadros a juego, los guantes de cabritilla y la gorra de propaganda que no casa con nada. Sus gafas negras de ancha montura. Compró El País y el ABC en el quiosco próximo, respondiendo con su mímica de gestos económicos a la amabilidad del vendedor.

—Fíjese, Lucas —señala con el dedo índice, que asoma por el agujero practicado en la lana—. Y decía el `Putín` ese que acabaría con los fanáticos en menos que canta un gallo. Gallitos le han salido —Eulalio, dignificando su nombre, dosifica sus píldoras de experto en política internacional, regalándolas solamente a los clientes habituales.

Lucas no es un entusiasta de las noticias de actualidad. Se interesa por los suplementos culturales. Adquiere los libros por lotes para luego amontonarlos, según cuentan, en el estudio y en la alcoba.

Los jardines María Eva Duarte de Perón forman un recinto pequeño, de setos ralos y árboles señoriales venidos a menos, anejo a la iglesia de Nuestra Señora de Covadonga. Esquivó un par de charcos perennes, buscó un punto soleado y se plantó. A leer. “Muere en accidente la escritora y lingüista Victoria Orozco, reciente premio Nadal y gran promesa de nuestras letras.” Remite a la página treinta y tres.

Ahora, sin que pueda estimar el largo y viscoso tiempo que ha tardado en salir del trance, abre el periódico y encuentra una foto de las que denominan de archivo. Es ella, con veinte años menos, una melena de anuncio y una blusa escotada, cogida del brazo de un tipo en la puerta de su facultad. Yo soy ese tipo, masculla con un fondo de orgullo que pugna por ganarle la partida al temblor, contándoselo a ese transeúnte invisible al que a menudo recurrimos para aquietar voces de nuestra conciencia.

El pie de la imagen siembra la semilla del recuerdo: «Victoria en sus tiempos de artista novel». Crecerá, como un cactus. El artículo se compone de una parte truculenta, diseccionando el accidente y el estado en que quedó su cuerpo, y de una revisión breve de su obra, engarzada con comentarios elogiosos de profesionales del gremio. Me pregunto qué habrá pensado al toparse con la laudatoria de Antonio Soler: «No he conocido a nadie que tratase las palabras con el rigor y la ternura con que lo hacía Victoria». O con la sentencia de Millás: «Los libros de texto nunca sabrán lo que han perdido hoy». Imagino su agria sonrisa al leer el comentario de Juan Manuel de Prada, que aprovecha para poner en solfa el mito de la edad de maduración del novelista.

Unos cuantos apuntes sobre su ascendencia y su corta trayectoria se diseminan por esos renglones académicos donde no tienen cabida una primera comunión vestida de princesa, un primer beso con más nervios que deleite o una primera discusión de amantes.

La síntesis biográfica no habla de él.


¿Qué ha dicho la prensa?

La prensa, por fortuna, no escatimó tinta:

  • LA NOTICIA trasciende los límites de las novelas de intriga para adentrarse en el desengaño de la generación de la transición (S. Belausteguigoitia, El País, 29/03/06).
  • Fernando García Calderón (…) ofrece una obra atípica en su estructura, sin narrador al uso (…) para adentrarse en una trama de intriga que lleva aparejada una reflexión sobre el contexto social en que se desarrolla (Pilar G., ABC, 9/04/06).
  • Thriller con guiños al pasado reciente. La sospecha de asesinato en una muerte accidental sirve de punto de partida al ingeniero de Caminos Fernando García Calderón en LA NOTICIA, un libro a medio camino entre el thriller y la novela histórica que retrata la desilusión y el desengaño de los españoles nacidos en los 60 (…) Las referencias a Sevilla son otra de las peculiaridades de esta novela, en la que el autor ha escrito su trasunto en el personaje de Lucas, también sevillano (Amalia Bulnes, El Correo de Andalucía, 16/04/06).
  • El escritor Fernando García Calderón presta retazos de su biografía a varios personajes de su nueva novela, LA NOTICIA, una obra en la que el autor reflexiona sobre la creación literaria y el concepto de triunfo (El Mundo, 17/04/06).
  • Vuelve a Valladolid, ciudad que vio nacer literariamente a este sevillano sin acento, madrileño de adopción, Fernando García Calderón (1959). Ganó un segundo premio en el certamen de relatos Jauja y en 1999 el Ateneo con «El hombre más perseguido». Así que ayer no recurrió a colegas de renombre para la presentación de su nueva criatura, «La noticia», en la librería Rayuela, sino a dos damas de la tierra, Araceli Simón y Charo Alonso (V.M. Niño, El Norte de Castilla, 22/09/06).
  • El escritor Fernando García Calderón (Sevilla, 1959) presentó ayer en la librería Rayuela de Valladolid LA NOTICIA, una novela con dosis de intriga y consideraciones de orden social donde el autor indaga sobre el triunfo de la vida sobre la muerte, la amistad y la dignidad humana (M. Hidalgo, El Día de Valladolid, 22/09/06).
  • Para devorar. Fernando García Calderón no para de escribir (…) LA NOTICIA mezcla el misterio de varios asesinatos con cierta nostalgia de un momento político y social irrepetible (María Amaro, Paisajes desde el Tren, enero/07).
ABC, domingo 9 de abril de 2006

ABC, domingo 9 de abril de 2006


¿Qué ha dicho la crítica?

Para muestra (favorable), un par de botones:

«… Lo que sé de ti demostraba un rigor en la construcción y un riesgo en el lenguaje poco comunes en nuestra tradición literaria. Tenía la sensación de estar leyendo a una especie de Gesualdo Bufalino excelentemente traducido. Con su última novela me ha sucedido algo similar: extrañeza inicial por el estilo y seducción casi inmediata por el riesgo formal del autor y por su prosa personalísima (…) Esta llama helada que ilumina la obra de García Calderón es uno de sus atractivos. Es un autor raro, realmente singular, apasionante».
(Óscar Esquivias. La tormenta en un vaso, 12/07/06)

«A partir de una cita de Koestler, este ingeniero, que hace partícipe a su personaje de su condición, plantea al lector una narración-puzzle cuya visión no se completa hasta la última pieza. Y por el camino, nada de narrador omnisciente que le lleve de la mano, ni un índice guía por el que avanzar seguro, ni siquiera nombres que indiquen quién toma la palabra. García Calderón aplica la intriga policíaca a un relato intimista que recorre la vida de un grupo de amigos nacido en la Universidad de finales de los setenta y que veinte años después, por una muerte, se reencuentran. Pero no hay que fiarse de una síntesis tan fácil. El autor juega con el lector, como parece que han jugado sus personajes y su memoria con él. Logra enganchar la atención desde el primer momento sin mitigar el desconcierto (…) Entretenida y audaz, con momentos de gran lirismo (…) Quizá un poco de piedad por el lector debiera haberle dictado un lenguaje más diferenciado entre los dos hombres, aunque el esfuerzo merece la pena. Ganador del premio Ateneo de Valladolid, es uno de los casos en los que un galardón sirvió para impulsar una buena pluma».
(Victoria Martín Niño. El Norte de Castilla, 7/10/06)

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Comentarios del autor

En una larga entrevista (charla más que amistosa, en palabras del autor) concedida a la periodista de la agencia Efe Ana Mendoza, desvela el origen remoto de la novela: «… se halla en la lectura en un periódico del fallecimiento, en accidente de automóvil, de un personaje del mundillo editorial patrio. Aquella misma noche supe que Sylvia Plath obtuvo el premio Pulitzer veinte años después de muerta. Esas dos noticias, tan dispares, centraron mi deseo de contar una historia».

Emprendedores y curiosos pueden consultar, en la Sección de Noticias, la correspondiente al día 15/09/06.

 

Publicaciones

Algaida Editores, 2006. ISBN 84-8433-768-5.