Si la visita a Aranjuez se llenó de emoción por la extraordinaria acogida de las gentes del libro, he de reconocer que los lectores superaron con creces mis mejores expectativas. Cuando un escritor tiene la fortuna, en un par de horas en las que las saetas del reloj debieron sumarse a la fiesta, de firmar ejemplares de cuatro de sus obras (y sólo van siete), sobran las palabras.
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Pero no, no sobran, porque de bien nacidos es agradecer. Y, sabedor de que cuantos tuvieron trato conmigo (maravillosos todos) no se ofenderán, quiero destacar a dos personas muy, muy especiales: Julio Cerrada Gonzalo, librero con mayúsculas, y Gertrudis García Santacruz, madrina entusiasta, conocedora como pocos del significado del término ilusión.
Con semejante bagaje, se comprenderá que la visita a Sevilla se llenara, para mí, de inquietudes. La firma en el llamado “Día del Libro” había transcurrido estupendamente. Pero esto era otra cosa. Y cuando digo “otra cosa” me refiero nada más y nada menos que a
- 1 presentación pública.
- 6 paseos por la Sevilla del siglo XV.
- 8 comparencias para firmar ejemplares.
- 1 coloquio sobre novela y novela histórica.
Si hubiera que condensar el resultado de esos dos fines de semana en un par de párrafos, alguien pragmático echaría mano de la prensa:
Ayer fue también el momento elegido para poner en marcha una interesante iniciativa, una ruta literaria basada en la novela «La judía más hermosa» (Algaida Editores), del sevillano Fernando García Calderón. La obra se basa en el personaje histórico de Susana de Susón, una judía que vivió en la Sevilla de finales del siglo XV […] Aprovechando que en la novela se citan lugares muy destacados de la ciudad, el autor realiza durante todo el fin de semana una ruta por aquellos espacios históricos que tienen un gran protagonismo en la novela. En la jornada de ayer fueron tres los grupos que pudieron disfrutar de las explicaciones de este autor, que se ha empapado en la historia de la Sevilla del siglo XV para retratarlo magistralmente en las páginas de su obra.
(Andrés González-Barba, ABC, domingo 13/05/07)
Los responsables de la editorial Algaida apenas pudieron controlar en la mañana de ayer a la masa dispuesta a pasear por los escenarios reales de La judía más hermosa. Los que no pudieron sumarse a la expedición, no obstante, colapsaron la caseta de la editorial Anaya donde el autor, Fernando García Calderón, firmaba horas más tarde ejemplares del libro.
(A. Bulnes-A. Luque, El Correo de Andalucía, lunes 14/05/07)
La Feria del Libro se clausura hoy pagando el azote del calor […] Aunque algunos autores han hecho su agosto. En tres casetas consultadas las listas de ventas coinciden. «Lo que más ha salido es «Corazón helado» de Almudena Grandes y, después, «La judía más hermosa» de García Calderón. Tampoco han estado mal de ventas «La catedral del mar» de Ildefonso Falcones y «El niño con el pijama de rayas» de John Boyne».
(Alberto García Reyes, ABC, domingo 20/05/2007)
Está muy bien, cómo negarlo, pero en esos párrafos tan gratos apenas se vislumbran todas las atenciones recibidas en Sevilla. La organización de la Feria, escritores, miembros de la editorial Algaida, libreros, periodistas, paseantes en los recorridos programados, curiosos en general y lectores en particular… Todos hicieron que las jornadas vividas sean, y eso no hay quien pueda arrebatármelo ya, inolvidables. En momentos en que la tristeza me invadía a causa de la enfermedad que acosaba a alguien muy querido, Sevilla me trajo felicidad. La felicidad que proporcionan los seres más próximos (mi familia y mis amigos me arroparon de manera extraordinaria) y también esa felicidad pura, desinteresada, que regalan las personas que no te conocen. Uno escribe para entretener, para transmitir un ápice de emoción. Yo escuché palabras en la Plaza Nueva y alguna otra calle en las que esa emoción se me devolvía acrecentada, en mi corazoncito de escritor, por la gracia de mis generosos paisanos.
Y así llegamos a esta semana, en que toca dar la cara en la Feria del Libro de Madrid. Sé que viviré la tensión que provoca el deseo de complacer a cuantos lectores se acerquen, buscando la dedicatoria que mejor exprese mi gratitud. Pero también sé que no hay mayor recompensa para el autor que la sonrisa de uno de esos amantes de la novela que insuflan vida en cada página que recibe su mirada entusiasta.
- Sábado día 2 de junio.
- De 19 a 21 horas.
- Caseta de la editorial Anaya (nº 274).
Gracias a todos, de corazón.
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