A estas alturas del siglo XXI nadie duda de que Tom Waits es un artista polifacético, músico genial y actor sin relieve, con tendencia al histrionismo. Basta escuchar, sin embargo, Jersey Girl para comprender que siempre tendrá un hueco en el altar de mis héroes sincopados. Y no hablo de las versiones de Bruce Springsteen, sino de la única e intransferible que destaca en el larga duración Heartattack and Vine.
Hay muchas maneras de abordar las facetas de Tom Waits. La filmografía con Jarmusch y Coppola serviría de ejemplo. Discos como Small Change, Foreign Affairs, Blue Valentine, Heartattack and Vine y Rain dogs, también.
Hoy he buscado otra forma de mirarlo. A través de lo que los artistas del papel y el lienzo perciben en su estilo y personalidad. La exageración esplendorosa de Waits traducida a dibujos, cuadros, caricaturas y algún busto. He obtenido trabajos valiosos, algunos desaforados, pero no siempre con el nombre de su autor. Ofreceré primero los identificados, dejando para el final la miscelánea de los anónimos.
Sin más dilación, señoras y señores, Tom Waits.
En efecto, señoras y señores. Facetas de Tom Waits. Y guardo muchas más.
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