Ayer fueron subastados en Jerusalén varios documentos escritos por Albert Einstein. Uno de ellos era una nota que el físico entregó a un mensajero de Tokio en 1922.
La hoja de papel, con membrete del hotel Imperial, muestra cinco renglones garrapateados a pluma por Einstein, incluyendo su nombre a modo de firma y la data. Los tres restantes contienen el siguiente consejo:
«Una vida tranquila y modesta trae más alegría que una búsqueda de éxito ligada a un constante descontento».
Einstein tenía 43 años cuando se produce aquella curiosa situación. Meses antes había recibido el premio Nobel de su especialidad. ¿Alguien se atreve a dudar de la sabiduría del genio?
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