Felipe Velasco reseña para la revista digital TodoLiteratura.es con el título
«Diario de ausencias y acomodos» de Fernando García Calderón y Facundo Laboa
[∇]
Dicen que la vanidad hace débil a quien se cree alguien. No es nuestro caso. Entre nuestros múltiples defectos no destaca la arrogancia. Y la mejor prueba es el propio Facundo, que se oculta celosamente tras su seudónimo y jamás da la cara. Pero a nadie le amarga un dulce.
En esta oportunidad, el dulce nos lo obsequia la revista TodoLiteratura.es en una reseña que os ofrezco íntegra.
Fernando García Calderón, tras la excelente acogida de las novelas La judía más hermosa, La resonancia de un disparo y Yo también fui Jack el Destripador, retoma el quehacer literario con «Diario de ausencias y acomodos«, su tercer libro de relatos, escrito al alimón con el también sevillano Facundo Laboa y publicado por la editorial Alfar.
F. Laboa, como es conocido en certámenes de cuentos de toda España, lleva alimentando su currículo literario desde que, allá por el año 1989, se decidiese a cambiar su despacho de Plaza de Armas por la intimidad de un caluroso estudio de la calle Regina. Nunca antes se había animado a figurar en la portada de un libro. La vieja amistad de los alumnos de los Salesianos de Triana renace.
F&F han indagado en la vida y milagros del lingüista Juan Ángel Santacruz de Colle, reputado tasador de libros antiguos y anónimo explorador de la costa swahili, entregando a los lectores unos relatos cargados de referencias a su biografía, su vocación literaria y su acción pictórica. Pocas veces ambas artes habrán compartido tren y asiento en un viaje de tan largo recorrido como este Diario de ausencias y acomodos.
Diario de ausencias y acomodos es un libro de quince relatos en el que, según vamos avanzando con la lectura, vamos siendo atrapados cada vez más irremediablemente en la espiral que forman las narraciones que componen este libro, siendo cada una de ellas una pequeña obra de arte.
Si algo hay que destacar por encima de todo en este libro es el genial estilo al que han conseguido dar forma los dos autores para construir cada uno de los relatos. Un estilo envolvente, que atrapa desde el primer momento y de gran calidad. Un estilo muy generoso que les permite hacer que las oraciones se dobleguen a su voluntad, lo que da lugar a escenas y frases que sorprenden y a momentos de gran ironía y de gran sentimiento. Sólo por esto ya merece la pena leer el Diario de ausencias y acomodos.
En definitiva, éste es un libro que consigue con creces su propósito de relatar no sólo una, sino varias historias además con un estilo impecable que consigue que nadie que sostenga este libro entre sus manos quede indiferente. Fernando García Calderón y Facundo Laboa forman aquí un tándem al que auguro un gran futuro en el mundo de las letras.
Permitidme destacar una frase, por resumir nuestro propósito de partida: «… consigue que nadie que sostenga este libro entre sus manos quede indiferente».
Nuestro agradecimiento a Felipe Velasco por el tiempo dedicado a nuestro volumen de relatos.
Comentarios